Relatos de por aquí

 AQUELLOS TIEMPOS

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Fin de semana nos juntábamos como siempre para salir a pelotear, pero “como de costumbre la gente llegaba tarde”. Cerca al vecindario el lugar más cercano, era una loza olvidada ya que a nadie le gustaba jugar en ella, por estar sucia, estaba oxidado uno de los arcos y en el otro lado ni había, ¡no pasa nada! vayamos a buscar otra.

Cruzando al otro lado de la ciudad se encontraba un pequeño y no tan tranquilo barrio a la cual le conocían como "zona sur" ya que hace un tiempo en el lugar las casas, bodegas, se ubicaban solo en la parte sur; con el paso de los años fue creciendo, albergando a nuevos habitantes. Pero de lo que estaba seguro que ahí por la entrada estaba una loza deportiva; es así que ni cortos ni perezosos, con ganas de jugar acordamos ir y a probar suerte, mientras caminábamos pensaba “uno o dos partidos, pero antes de se haga noche nos volvemos”.

Así que apresuramos el paso llegamos y notamos una especie de fiesta, pero a la vez estaban jugando en la loza. Era una pollada deportiva organizada por una de las familias del lugar, uno que era de ahí nos dijo que esto estaba por terminar, que podían esperar ya que era el último partido, nos pusimos cerca de un árbol divisando los alrededores, a las chicas y una que otra casa bonita; más allá en un rincón cerca a la loza con un par de heladitas (cervezas) en la mano y vacilándose de lo lindo se encontraban un grupo de amigos que eran conocidos como los palomillas de la zona. Se alcanzaba a ver unos nueve en la ronda, pero de estos solo seis eran los más conocidos.

👉Pintado, el más moreno del grupo y hábil para el dibujo.

👉Chapero, era el que ponía la "chapa" (sobrenombre) a la gente y los demás le pusieron así.

👉Lucki, así le decían, nombre que en inglés quería decir "suertudo", ganaba las apuestas de mera suerte.

👉Bardock, era el más robusto y su nombre proviene de un personaje de video juego.

👉Sapote, pues le decían así porque era de la selva y su cara se asemejaba al de un sapo.

👉Cambista, era discreto, no hablaba mucho, era el encargado de las compras con billete falso.

Viendo la loza libre nos acercamos y en eso uno de ellos se para y nos reta un partido, nosotros aceptamos, le dije pa cuanto y él me dijo dos lucas, dijimos que sea para tres soles a lo que respondieron tres, cinco lo que quieran. Juntando las apuestas le encargamos a un tal don Tomás que además controlaría los tiempos.

Ya ubicados, comenzó el encuentro, los de la zona jugaban despacio, tocaban y tocaban, a los 6 minutos "sapote" cae golpeándose la rodilla y le dice a "cambista" que juegue y que él se iría al arco, esto salió a favor de nosotros, sacamos ventaja y el primer tiempo terminamos por 3 a 1 a nuestro favor.

Para el segundo tiempo se juntaron e hicieron nuevamente un cambio de posiciones, "cambista" quedaba de arquero, "bardock" en la defensa y sapo subia a la delantera junto a "lucki" esta estrategia les resulto porque aun estando ebrios nos terminaron ganando por tres de diferencia. Terminando cansados pero felices se pusieron a seguir tomando, mientras nosotros con pica por haber perdido, nos sentamos, platicamos un toque y luego nos fuimos.

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Otro día, cambista salió temprano con su bicicleta en busca de su hermano, después de media hora cambista aparece en la casa de lucki contándole que su hermano se llevó su equipo de sonido, que estaba mareado y estaba en andadas con un camarada del norte. El cambista tenia sospechas de donde podrían estar, pero al ir aquel no le encontraron, pero unos fulanos de por ahí le pasaron la voz: a estos los vi entrar en una casa con portón despintado, donde era depósito de chatarra. cambista sabía que su hermano estaba en problemas entonces él y lucki se reunieron con toda la mancha, se consiguieron algunos fierros, cambista saco unos billetes falsos, se subieron a un taxi y se dirigieron al lugar. Pararon unos metros antes del local, vigilando que nadie los viera treparon por un lado de los muros, bajaron y avanzaron sigilosamente, se detuvieron porque vieron que salía uno borracho y que se puso a orinar al costado de a un auto viejo; era el momento de actuar, pintado y bardock cubriéndose entre la chatarra se aproximaron, pintado hace silbido y bardock por atrás le agarra del cuello, lo tumba, de inmediato pintado sale, le revisa por si este traía un arma o cuchillo o algo parecido; bardock hace una señal para que vengan los demás, les pide que saquen sus correas con eso lo amarrarían, le preguntaron donde estaba el hermano de cambista, bardock y chapero lo levantaron y lo votaron cerca al auto.

Deciden que sapote y chapero se queden haciendo "campana" si alguien venía uno por el rincón y el otro por la salida, los cuatro restantes entrarían, pero antes de esto cambista con los billetes falsos entrarían en plan de negociar, lucki y pintado por atrás y a la clave saltarían, por el otro lado bardock entraría por la azotea. Cambista entra por la ventana, ¡gritando sandrooo!! (así se llamaba su hermano), de inmediato aparecieron dos tipos que le hicieron el pare en eso cambistas tranquilos que venido a negociar después de unos minutos lo revisaron y lo dejaron pasar pa el fondo. En un rincón del cuarto pudo ver a su hermano todo golpeado y ensangrentado se acercó preguntándole que te paso, este le respondió pero cambista no le pudo entender, cambista se acercó al fulano mayor  y le ofreció dinero para que dejara a sus hermano; pintado, lucki, bardock atentos hasta que cambista diga la clave para que actuarán, la clave era que cambista sacando el dinero diga: "toma los billetes y que quede ahi!" esa es la clave lucki y pintado ambos con los fieros saltan y se arma la bronca, cambista coge un silla, el fulano se levanta agarra el arma y en eso ingresa bardock y lanza un botellazo lo coge y de un rodillazo le revienta la ceja, cambista carga en hombros a su hermano, da un silbido fuerte, sapote y chapero; uno va hacia a lucki para ayudarlo con el grandulón, el otro ayuda a pintado que estaba todo cansado y medio herido lo levanta y salen, un último silvido y salen todos, corren hacia la salida y bardock con  cambista levantan a sandro, lucki lo jala, saltan, y se dan a la fuga.

Antes que termine la tarde, Sandro se desvió por una calle abajo ando a prisa hasta llegar por un pasaje subió por unas escaleras saco el equipo de sonido que había guardado, chapo el bus que va de frente, lo vendió por 150 lucas espero un taxi, llegó a una cuadra cerca al centro aposto todo jugando al póker, ya de noche y de hambre sin ningún peso pues lo había perdió todo jugando, lentamente y se fue de regreso, maldiciéndose por su mala suerte. 

NEGRITO PATA AMARILLA

Esta historia es sobre un huanuqueño de corazón, un pata amarilla de verdad. Le apasionaba la locución radial, la animación y todo lo relacionado a ella, ah por su puesto la música, música de banda, música huanuqueña. Era de esos que iba a misa los domingos, devoto del señor de Burgos y señor de Quircan. Pero un detalle no menos importante lo pícaro que se mostraba ante las mujeres.

Cierto año se fue a la capital, así como muchos de jóvenes de nuestro Perú a trabajar, juntar algo de dinero para luego volver y ponerse a estudiar. En el tiempo que estuvo por Lima, James conoció a una jovencita quien siempre cruzaba por su puesto de trabajo. Un día la joven se detuvo frente a la tienda; así que el conquistador pata amarilla sin mucha vuelta aprovecho la oportunidad y le declaro su amor.

Al poco tiempo de haberse conocido, la joven quedo embarazada, James continuaba trabajando, meses más adelante nació su hijo y después de vivir un tiempo con Liz, el padre primerizo decidió regresar a Huánuco. Fue una relación de idas y vueltas, hasta que Liz no quiso continuar con James. Ya cada uno por su lado, era momento de pensar en los estudios, se matriculo en un instituto técnico donde conoció a Mabel con la que tuvo una relación más formal y con la relación en su mejor momento nació el segundo hijo del paisa pata amarilla.

Esta vez tenía que ser diferente, James y Mabel tenían planes iban criar a su hijo, seguir sus estudios y para adelante. Ellos iniciaron un emprendiendo, poco a poco el negocio fue creciendo y no hubo tiempo para los estudios, su pequeño ya tenía 3 años y se dedicaron a tiempo completo en el trabajo.

James sentía que estaba haciendo su parte, pero no veía contenta a Mabel, no le tomo mucha importancia a eso, pero el paisa estaba equivocado ya que Mabel de un momento a otro se fue llevándose consigo a su hijo.

Paso un tiempo y Mabel estaba en una nueva relación, a pesar de esto ella siempre llevaba al pequeño de visita a su padre. Los padres de James siempre lo apoyaron, querían que su nieto este con ellos y esperaban que Mabel aceptara su pedido. Ese día llego, el nieto y sus abuelos otra vez estuvieron juntos, por su lado James emocionado al ver nuevamente la felicidad en su hogar le agradeció y se despidió de su ex.

Años más tarde, James se encontraba sin trabajo, cada vez era más los gastos sus hijos ya más grandes en la etapa escolar, el apoyo que le daban sus padres ya no era suficiente. El paisa pata amarilla se vio obligado a salir a las calles, se contactó con amigos y algunos de sus familiares, se fue en los avisos de la plazuela de Santo Domingo y por sus alrededores, pero nada, James le estaba pasando mal, no encontraba trabajo y lo poco que encontraba era parcial y la paga no tan buena.       

En una de sus salidas por el centro de la ciudad se encontró con un amigo de colegio, caminando llegaron a un pequeño studio fotográfico, el amigo de James trabaja ahí, apoyaba en los montajes e impresiones, pero también salía por ciertos ratos a la plaza de la ciudad y obtener una ganancia extra pero no tenía mucha acogida. Así que le propuso a James que se vistiera de muñeco animado, pues lo único que debía hacer es posar al lado de las personas con ese disfraz, por un par de horas y un 10% por cada foto es lo recibiría. James acepto haber que resultaba y con el pasar de los días, se iba acostumbrando, aunque no era mucho lo que juntaba al final del día. Ambos amigos pensaron que debían cambiar de estrategia.

En una de tantas charlas, se les ocurrió la idea de alquiler algo diferente, más atractivo y con lo que se identifique la gente; es así que fueron a la zona de bordaduría para alquilar un disfraz de “Negrito de Huánuco”, claro está a lo alcanzaba el presupuesto, ambos tenían algo ahorrado y arreglaron con la señora el alquiler del traje por una semana.

James y su amigo el fotógrafo motivados y listos partieron de Amarilis hacia la plaza de armas de Huánuco. Era un buen día para empezar esta nueva aventura, el momento preciso, festivo y con buenas vibras. La gente pasa y pasa, James se mostraba impaciente, pero al poco rato un grupo de personas se acercaron y se tomaron fotos con el “Negrito de Huánuco”, primero los más pequeños y luego todos en conjunto, esto hizo que el paisa se sienta más cómodo y más relajado. Los siguientes minutos más gente se acercaba, algunos una sola toma y se iban; otras más entusiastas se animan por dos, posando con el sombrero y la campanilla del Negrito, algunos preferían tomarse la foto con su propio celular a la cual el paisa accedía gratamente, de una u otra forma el bolsillo comenzó a llenarse de moneditas.  

Al mediodía, los amigos se dieron un descanso, tomaron un bajaj, buscaron donde almorzar, dos horas después de vuelta al trabajo. Quince para las tres ya se les veía asomarse por la plaza. En esta segunda ronda el Negrito y el fotógrafo consiguieron un poco más que en la mañana, estuvieron más o menos 6.40 p.m. y de allí fuga hasta el siguiente día.

Mes de agosto, festividad por aniversario de Huánuco y como buena pata amarilla se levantó temprano, puso un mix de banda, se puso a desayunar con Mishtishongos que compro ayer por la tarde, su padre le decía ya va ser la hora, era dónde James se tenía que vestir con traje de gala el de “Negrito de Huánuco” pero antes un par de canciones del grupo Pata Amarilla, que él iba silbando mientras que se alistaba, minutos antes de salir se despedía de su pequeño, se persignaba y a la calle.

Las buenas vibras se sentían por las calles de Huánuco, vestidas de verde nilo y crema, se vislumbraba el aniversario de la “Ciudad de los Caballeros del León”, el momento justo para el paisa pata amarilla y su cumpa el fotógrafo. Esas semanas fueron realmente buenas para James, la acogida por los visitantes que buscaban un bonito recuerdo de su querido Huánuco, todos ya sabían quién era este personaje de saco dorado con cintas de colores a sus costados, un sombrero de gran plumaje, de ojos y boca grande y el chasquido de la campanilla atraía a más de uno, esto hacia que las familias se acerquen y se tomen una foto, entre una y otra instantánea, los amigos tenían que estar bien pilas, ser amables, una toma precisa y rápida.    

La dupla del pata amarilla y su cumpa había encontrado la pauta del día a día, que los mantuvo firmes en la chamba, siempre puntuales y con optimismo de siempre. De semana en semana, ellos estaban más que satisfechos, nunca imaginaron que su propuesta fotográfica les iba resultar tan bien. Sus padres de James se sentían felices, veían que a pesar de lo incomodo que les parecía estar por varias horas con el disfraz puesto, especialmente días de mucho calor, su hijo demostraba esmero, responsabilidad y que disfrutaba el momento; su hermana mencionaba que James había descubierto su vocación.   

Llega diciembre, uno de los meses más bonitos del año, las luces, los adornos, el arbolito, el nacimiento, la alegría de los niños y las familias y los barrios ya preparándose por anticipado para dar vida a la danza de los “Negritos de Huánuco” en homenaje y adoración al niño Jesús. Y por supuesto James y su amigo el fotógrafo permanecían prestos y con los ánimos al tope en centro de la plaza principal de la ciudad, recolectando sol a sol, entre diciembre y enero a este par les muy bien, quien lo diría. Esto lo puede comprobar, acompañé a los amigos para ver la rutina diaria de este par, la mañana de un día salí en dirección a la plaza de armas, me ubiqué en una de las bancas al costado de la pileta, ellos muy puntuales ya trabajando, pasaba los minutos, la gente pasaba algunas más rápidos que otras, pero ninguno todavía se detenía a tomarse una instantánea con el “Negrito de Huánuco”; después de 10 minutos se acercó una joven con su hermana preguntaron por precio y luego de 2 minutos ya estaba lista la foto, ambas sonriendo se despidieron y siguieron su camino. Así poco a poco, la gente se animaba por una o dos fotitos, pudiendo ser una pareja de esposos, padre e hijo, los abuelos y su nieto, un grupo de amigos…

Otro detalle era cuando el paisa James tenía la necesidad de miccionar, para esto salía tranquilo hacia la otra calle, entraba al tragamonedas, pedía permiso para utilizar los servicios higiénicos, hacia lo que tenía que hacer, se acomodaba el traje

Después de unos minutos regresaba a su puesto y a seguir con jornada.       

Entonces desde las 9.00 am hasta 1.00 pm, luego al regresando otra vez a eso de las 3.30 pm y terminado la jornada un poco más de las seis de la tarde, para luego sacar cuentas de cuanto habían hecho, para mi sorpresa obtuvieron más de lo que había pensado, que más o menos resultaba más de 300 soles semanal.

En los días después de la quincena de febrero, la acogida en tomas fotográficas bajaba, pero al paisa pata amarilla seguía día a día firme. Así paso el tiempo, hasta que pensaron que era el momento ofrecer algo más, una nueva versión de su presentación fotográfica, que sea dinámico y se complemente bien con “Negrito de Huánuco”, este sería un personaje muy llamativo y querido también por los huanuqueños, “El Corochano”. Tanto James y su cumpa, no dudaron en que esto se concreten, alquilar un disfraz de Corochano y mejorar el de Negrito; ya asegurado ambos trajes, necesitaban alguien quién se vista de Corochano y haga dupla con el Negrito.

Parecía difícil encontrar al nuevo compañero de James y el fotógrafo, pero un fin de semana pude observar, en el mismo lugar de siempre al “Negrito de Huánuco” y a su compañero de danza “El Corochano” posando pa la foto con huanuqueños y visitantes, que por lo visto esta nueva fórmula estaba dando resultado y las moneditas salía para ambos, como también para el amigo fotógrafo por supuesto.

Estuvieron por un buen tiempo con “El Corochano”, aunque no todo los que lucían este singular traje eran los mismos, pues el primero estuvo por unas semanas y así los demás que estuvieron chambeando con el paisa pata amarilla. Esto me confirmo James, pero no que lo único diferente, ya que su amigo fotógrafo no estaba junto a él, ¿Qué había pasado?, uno lo podía saber realmente, pero lo cierto era que James se mantuvo el personaje del “Negrito de Huánuco” y busco otro socio, por no decir otro que le hagas las tomas. Por su lado el fotógrafo se buscó a otros que trabajaran con él y lo hizo por un corto tiempo y luego ya no siguió por esos lares.

El “Negrito de Huánuco”, el paisa pata amarilla, invirtió más en su traje de gala, logrando posteriormente tener uno propio, nada alquilado o prestado como antes. James cuenta que todo empezó como jugando, no pensó que después semana tras semana iba permanecer como “Negrito de Huánuco” más de 5 años.

Luego de cierto tiempo, las veces que pase por la plaza, James seguía adelante con chamba, su lugar estaba ahí, por la pileta; se había hecho amigos de varios fotógrafos que paraban por la plaza, se asociaba con uno de ellos, unas instantáneas hasta juntar lo justo, chapaba su taxi, hacia lo mismo en la tarde, era la rutina de siempre. Unas semanas después le salió competencia al paisa, los demás fotógrafos de por ahí contrataron también a unos Negritos como también Corochanos, por un lado, el paisa pata amarilla y un poco más allá el otro grupo. 

La última vez que me encontré, le saludé: ¡Hola Negrito!, a lo que me respondió: ¡Hola, compañero!, sigues por aquí le dije; el paisa levanto el pulgar afirmando. Dejé trabajando a paisa y luego de un par de horas volví por la plaza, ya era las 6 p.m, James ya estaba por retirarse, lo alcance y le acompañe hasta su morada, llegando platicamos un largo rato con mi amigo el “Negrito” pata amarilla y es ahí donde me conto esta historia, de malos y buenos momentos, que supo ganarse la vida, como tantos que se convirtieron en huanuqueños representativos de nuestra cultura como: Don Félix, “El Artista del pueblo que siempre le veíamos una cuadra cerca a la plaza, al señor Pabel y su puesto de venta libros que lo encontrábamos pasando el puente San Sebastian o por la UNHEVAL con su “Biblioteca Callejera”; otros tal vez que no conocemos pero día a día sudan la camiseta, luchando por salir adelante, por su familia y Perú mejor.   

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